He leído en El Mundo Salud un artículo de María Valerio que me ha irritado sobremanera. En "El elevado coste de los nuevos fármacos contra el cáncer", la autora del artículo cita una serie de cifras sobre el "elevado" coste de algunos tratamientos oncológicos. Menciona que el sistema de Seguridad Social sólo ahora empieza a hacerse consciente de las cifras.
¿Y qué?
Un párrafo me hiela la sangre:
El precio de los nuevos tratamientos ha hecho saltar las alarmas de la finanaciación y los oncólogos se preguntan cuánto cuesta (y en qué condiciones) alargar la vida unos pocos meses.
Aunque luego la autora se apresura en afirmar que:
No se cuestiona que merezca la pena, ni siquiera cuando en algunos casos se habla sólo de unos meses adicionales de vida, pero algunas voces comienzan a alertar de la necesidad de revisar el sistema, de crear fondos de finanaciación, racionalizar los tratamientos... y, sobre todo, conocer las cifras.
¿Fondos de financiación? En EEUU, si el seguro no te cubre un fármaco anti-cáncer, ya puedes decirle adiós a la hipoteca, o a tus ingresos anuales (a menos que entres en algunos de los programas de ayuda de las casas farmacéuticas). ¿Qué quiere decir "racionalizar los tratamientos"?
Lo que yo me pregunto es a qué coño viene este artículo. Si no se cuestiona que merezca la pena, ¿por qué se molesta la autora en hacer hincapié en el gasto monetario de los fármacos? ¿Y esas coletillas sobre "unos meses adicionales de vida"? ¿Qué propone? ¿Eutanasia activa?
El artículo termina de forma abrupta (quizá se dio cuenta de que estaba entrando en un pantano). Resalta en negrita los 50.000 euros al mes que un hospital medio madrileño puede gastar en anti-eméticos (por la quimioterapia), o los 7000 euros para factores de crecimiento medular. El doctor Ramón Colomer, del Instituto Catalán de Oncología (la pela es la pela - chiste fácil pero apropiado), dice:
El tema económico ha sido muy poco tratado hasta ahora", reconoce el doctor Colomer, "pero la gente debe ser consciente de lo que vale. Los médicos tenemos la obligación de conocer las repercusiones de nuestras decisiones, y eso no quiere decir que recetemos en función de lo que valen los medicamentos, pero sí que los conozcamos".
¿Qué cojones quiere decir Colomer con esta cháchara digna del doblepensar? Es que no lo entiendo. Que alguien me lo explique. Los pacientes suelen estar muy conscientes de lo que vale su tratamiento, y no sólo por su precio, sino también por la cara que pone el farmacéutico cada vez que se le dan las recetas, o por las gotas de sudor que aparecen en la frente de los inspectores de sanidad cuando deben visarlas.
El paciente lo sabe, que no lo duden.
El tema de la gestión económica de una estructura sanitaria es importante, cierto, pero más importante es la salud de un paciente. En un sistema capitalista-conservador como EEUU esto no es tan evidente. En sistemas como ése, resulta muy sencillo ponerle un coste a la vida. Yo no soy capaz de ello. ¿Qué son 50.000 euros al mes, comparados con el precio de fabricación de un misil tierra-aire?
La buena admnistración, si es que existe tal cosa, es algo que debe alcanzarse; pero no sobre la piel del paciente.
¿Qué opináis vosotr@s?